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Garras y Patas

Historia de un Hogar Temporal: Paty


Hay personas con las que te cruzas en la vida y dejan una huella en ti. Este es el caso de Patricia, quien sin duda ha dejado sus huellas en varios de nuestros rescatados, ayudándolos a recuperarse, para que por fin puedan conocer el calor y amor de una familia.

“Ser hogar temporal vino a culminar mi granito de arena con los peluditos. Cuando estaba en la universidad alimentaba a los callejeros, amadriné a muchas perritas con cachorros, y fuera de mi casa tenía una manada esperándome siempre. Cuando conocí a Garras y Patas canalicé mi ayuda, empecé colaborando en el transporte y luego en jornadas, para finalmente ser hogar temporal. Cada perrito que llega es especial, cada animalito es único, necesitan de todo el respeto y amor, como cualquier otro ser. Siempre llego agotada del trabajo, y ellos me están esperando moviendo sus colitas, son todos unos mamoncitos, mucho amor pero mano firme es mi lema. Hoy no veo mi vida sin marcas de saliva y pelitos de perro en mi ropa, las tardes son sagradas para mí, ya que los paseos con mis “chanchitos” son inamovibles, es ahí donde generas el vínculo, y puedes instruirlos para que cuando se vayan a su hogar definitivo sean perritos bien portados. Es maravillosa la labor de ser hogar temporal, rehabilitar una vida queda en tu alma y corazón, y ellos te lo agradecen; ojalá todos podamos ser hogar temporal, y así contribuir a esta misión que es de todos”.



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