No sólo es una excelente opción como compañía. Cuidar a un animal doméstico mejora la autoestima de los adultos mayores, aumenta la satisfacción con la vida y refuerza el estado de ánimo optimista. Así lo asegura una veterinaria de la Universidad del Pacífico, quien explica en detalle los beneficios de tener una mascota en la tercera edad.
Tener una mascota en la casa es tener un acompañante fiel y divertido. Un agrado, pero también una responsabilidad constante. Según varios estudios, las mascotas generan efectos positivos en sus amos, principalmente en los adultos mayores, quienes se benefician de estos animales que los acompañan en su día a día y les crean rutinas y entretenidas actividades.
“Muchos adultos mayores no tienen un soporte emocional suficiente y son personas que, además de sufrir la inclemencia de los años, deben llevar consigo la soledad y preocupación por mantenerse presentes. Es justo aquí donde las mascotas vienen a cambiar el destino: corriendo y moviendo sus colas con la lengua afuera, rápidamente se abalanzan a ponerle punto final a la soledad, el aburrimiento y la depresión”, afirma la docente de Medicina Veterinaria de la Universidad del Pacífico, Flavia Montenegro.
Un reciente reporte de la International Federation on Ageing (IFA) llamado “Midiendo los Beneficios: los animales de compañía y la salud de los adultos mayores”, reúne varios estudios e investigaciones que señalan el efecto positivo que tienen los animales en las personas, como aumento de autoestima, satisfacción con la vida, estados de ánimo positivos y niveles de soledad más bajos.
“Para los adultos mayores tener un animal en casa les da la oportunidad de construir nuevas historias, ya que la sensación de ánimo y energía para cuidar a otro se dispara de forma inmediata. Gracias a su experiencia, los abuelitos no sólo se lo toman con entusiasmo, sino con verdadera responsabilidad. Los obliga a mantener una actitud positiva y activa, ya que deben cumplir diariamente con ellos en actividades tales como dar paseos, cubrir sus necesidades de cariño, preocuparse de su alimentación y recurrir a los cuidados veterinarios cuando estos sean necesarios”, explica la especialista.
Establecer una rutina de cuidado y acompañamiento con la mascota, anima a los adultos mayores, les entrega una tarea y un motivo para continuar. “Preocuparse de las entretenidas actividades que harán juntos les genera un estado de felicidad permanente a las personas de edad avanzada y la tenencia de mascotas puede ser considerada como un real salvavidas emocional”, asegura Montenegro.
Es importante que el adulto mayor sí esté en condiciones de cuidar a una mascota, tanto mental como físicamente. “Las personas mayores no necesitan haber tenido mascotas previamente para que la cosa funcione bien, pero como estamos hablando de un ser vivo que, sin duda, merece de respeto y cuidados, las personas que se hagan cargo de un animal deben estar habilitadas física y mentalmente para hacerlo”, apunta la experta.
Según la académica de la Universidad del Pacífico, en algunos países la canoterapia o terapia basada en el contacto con perros, es un infaltable elemento para tratar algunos trastornos cognitivos y depresiones, lo que deja en evidencia la utilidad de la relación simbiótica entre caninos y humanos.
“Son tan marcados los cambios positivos que genera el contacto con animales que, incluso para los casos más complejos donde existen trastornos psíquicos, se puede buscar alguna alternativa para generar una experiencia del contacto frecuente con mascotas, que puede ser en un contexto menos comprometedor como ser guiado o controlado por personas”, advierte la profesional.
En resumen, la docente de Medicina Veterinaria de la Universidad del Pacífico, Flavia Montenegro, asegura que los beneficios de contar con una mascota en los adultos mayores son múltiples:
Se establecen como compañeros incondicionales.
Son grandes promotores de una vida menos sedentaria.
Facilitan la sociabilización con nuevas personas y/o mejoran las relaciones humanas dentro de un grupo familiar o de amigos.
Mejoran el ánimo, la seguridad y la autoestima.
Pueden servir de “alerta” para las personas que con trastornos auditivos o visuales
Contacto:
Laura Muñoz
lmunoz@upacifico.cl
Tel.: 82663410
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